Hacía tiempo que su casa era un colchón con un muelle salido y cuatro cartones por pared. Al principio solo tenía los cartones. Dormía sobre tres de ellos, fingiendo que estaban mullidos, el cuarto le servía de sabana. Un brazo era su almohada y el primer rayo de sol un buen despertador.
Pero tuvo suerte. Consiguió su cómodo colchón y una mesita de noche que, alguien con muchas posibilidades, había tirado cuando aun no estaba para tirar.
La vida era plena mirando alrededor; siempre había alguien que estaba peor, siempre podía aspirar a más.
Ya respiraba su recuperación, su siempre resurgir del fango. Hacía tiempo que tenía un colchón y estaba seguro que ya le tocaba subir de categoría, aunque fuera por antigüedad.
-Que bonito es pasar hambre y no tener donde caerse muerto- se decía vanagloriándose de su pobreza.
No toda la clase obrera se sube a las vigas. No toda la clase obrera tiene un jefe. No toda la clase obrera construye rascacielos. Hay gente que hace de construir sueños su oficio. Que tiene que hacer frente a burocracias, enfermedades laborales, precarización y mafias de los grandes capitales como el que más. Que debe de enfrentarse al patriarcado, al racismo, a la lgbtifobia, al clasismo y a los prejuicios sociales. Detrás de cada dibujo, pintura o imagen hay personas trabajadoras, cuya fuerza de trabajo y vivencias les han llevado a convertirse en profesionales. Recordar esto nos dignifica.
En realidad podía volar. Unicamente tenía que cerrar los ojos y pensar que era más ligero, que con cada inspiración el aire que tomaba le permitía subir un poquito más.
Lo verdaderamente difícil era redirigir su movimiento, saber a donde iba y sentirse acompañado en esa altura infinita.
-¿De qué sirve elevarme por esta vertical sin fin si, yo, lo que quiero es estar con mi gente?
Cada día volaba menos, soñaba menos y caminaba más entre las personas que no podían subir al cielo.
Hablar con ellos provocaba una felicidad que, en la solitaria cumbre de nubes, no podía concebir. Era otro tipo de sueño, un vuelo distinto, horizontal.
–Con ustedes: Pedro Garcia. Pedro, ¿cómo te sientes? ¿en qué ha cambiado tu vida al inventar estos instantes?
-Estoy de puta madre. I feel putísima madre – le digo canturreando.
En ese momento me imagine como la gente se masturbaba mirando la pantalla. Era un animal salvaje al que nadie podía controlar.
…
Desorientado
Un mazazo pesado.
La cabeza, ¡boom!
La boca pastosa
Un instante, tomo un instante y la realidad está en su sitio
…
En ninguna parte de un desierto; sin agua, sin provisiones. Un fuerte viento de calor acaba con todas nuestras esperanzas. El equipo, demasiado frágil para este traqueteo, termina destrozado, sin posibilidad de reparación.
Nuestra expedición llega a término, según lo previsto, mental y físicamente destrozada.
Nos sentamos a morir sabedores de que esa es nuestra única opción, el deseado final de nuestra empresa.
…
Siete días antes. Soy un triunfador, también el mayor consumidor de mi producto. El éxito me sonríe, todos los periodistas alaban mis decisiones como algo de suma importancia para la humanidad.
-Es evidente que mi legado me sobrevivirá como un regalo que le dejo al mundo.
Claro que no era un regalo desinteresado. He recibido mi buen pago y vivo cada instante como el puto amo que soy.
Inventar instantes de Euforia me ha hecho tan asquerosamente rico que el dinero me quema como el fuego lamiendo los árboles de un bosque en llamas.
…
-¿Cómo puede no asegurar que lo único que ha hecho es inventar una droga?¿No es cierto que ya hay más adictos que a cualquier otra existente? La gente hace cualquier cosa por sus probar sus pastillas mágicas
-Deberías, te veo tenso. Esto te deja de puta madre.
Putos, putos, putos haciendo cualquier cosa por la puta audiencia
-Ningún país ha prohibido mi producto, es un jodido gran invento
…
Todos quieren ser parte de mis momentos. Llegan a asesinar por pertenecer a mi círculo secuencial.
Evidentemente yo tengo la última palabra y, bajo ningún concepto, un asesino seria digno de caminar a mi lado, a menos que lo mereciese.
…
-¡Esta va a ser la jodida mejor expedición fracasada!
Escojo a las más hermosas mujeres, a los mas bellos hombres, para ser mis más fieles compañeros en este viaje a la muerte, esta mierda va a ser buena. Ellos morirán por mi, por un instante, sin dudarlo.
…
-Es un concepto sencillo, busca el contraste, como una balanza: iEquilibrio!
-¿Qué quiere decir, señor Garcia?
– Que te sientes de puta madre tras la mayor de las penas. Murió mi madre…- se me quiebra la voz en un punto lejano del universo-. Soy tan feliz.- Y me recupero-. Caes en desgracia, te tomas nuestra pasti y estas a full.
-Y ¿creé que su droga está provocando que la gente se automutile para que la subida sea más fuerte?
…
Uno a uno beso sus labios fríos. La derrota se nota en los movimientos tristes de todos. Con el beso les dejo un grano de arroz en el paladar. Permito que el mio se disuelva entre los jugos de la boca-.Vamos a morir
Me embarga la tristeza por un instante y luego, el cambio, el salto brutal.
LaRataGris
Acabas de leer el reto 12 de Insectos comunes, ¿qué tal?¿ha cumplido lo que prometían las reglas?
su vida había descrito una parábola, había subido hasta la cumbre más alta y, ahora, tocaba caer como un meteorito. El ascenso le había parecido mucho más lento y cansado, aun así intentaría volver a escalar para poder frenar el golpe.
Se agarró a los viejos logros, el brazo casi se le desencaja pero consiguió una ligera frenada, suficiente para mirar alrededor. A su lado iban cayendo, como lluvia intensa, otros pobres desgraciados. Gritaban como pólvora quemada pero él aún tenía que estallar, él no era como esos pobres diablos.
Con todo en contra quiso remontar por el lado inverso, giró sobre su ultimo traspiés y desde allí vio el fallo del anterior y el de mucho antes. Se había equivocado tantas veces.
Se soltó dispuesto a empezar de cero. Su primer paso fue en horizontal, estar abajo, con los suyos, seria su mejor camino. Ya no cometería el error de subir donde no se le había perdido nada.
– Les habla el presidente- dijo la pantalla de plasma sin que nadie quisiera escuchar. Era un hombre amoral y sin principios, con poca o ninguna credibilidad en lo que pudiese decir ¿para qué perder el tiempo oyendo sus inconsistencias?
Se dedicaba a ordenar y disponer vidas a su antojo y conveniencia. El bien común era su excusa. Con el justificaba que alguien famélico tuviese la obligación de pasar más hambre, como si las palabras, las buenas intenciones, fuesen suficiente alimento.
Ademas la suerte tenía demasiada importancia en todo lo que predicaba. Las cosas no sucedían por que el las dijera, por que luego se esforzase en hacer sus promesas realidad. A veces parecía sentarse a verlas venir, no existía la libertad y eso también desmotivaba a las orejas. Hablaba el y hablaban sus ministros, se pasaban el mismo papel para leerlo una y otra vez, querían que calara y con cada palabra subía el pan. Era terrible -que no los escuchen los panaderos- se gritaba en los blogs, en los bares- Haced algo- escribían los revolucionarios- y el vendedor de guillotinas recogió el testigo. Vio un nicho perfecto, como hacia tiempo que no encontraba. Por eso subió los precios e invirtió en publicidad y, la verdad, espero que no le vaya nada mal, hay que apoyar a los emprendedores.