«Votulismo»

20 noviembre 2012

Con todo el dolor de mi corazón, con la mayor de las penas que puedas imaginar, he llegado a plantearme si es correcto,si debo, participar en todo este circo de la democracia. – Yo no voto- me repito una y otra vez- yo no voto bajo ningún concepto- y, sin embargo, la derecha más rancia del poder, la pseudoizquierda incapaz de ser alternativa y una gran mayoría desencantada, ajena a otras propuestas que no tengan la tradición ganada, me invitan a traicionarme. ¿podría alguna de sus minorías, de las que no encierran las aes en círculos, hacerlo mejor? Yo jamás he sido uno de esos defensores de la pureza estética, todo tiene matices y la anarquía ha de ser una camino, el mejor que se me ocurre, pero no un fin en si mismo… se trata de crear, nada de vivir del pasado entonces: ¿ no votar entorpece mi concepción de anarkía? O, por el contrario ¿ votar le pone más trabas?

A pequeña escala, en mi día a día, he constatado que las cosas funcionan mejor desde la base; comunicación, cooperación… no espero que alguien, que vive donde los políticos se pueden permitir, venga a solucionarme los problemas pero ¿merece la pena intentarlo con alguno de los chiquititos? La representación que consigan serán en proporción a las expectativas, si lo hacen bien cuantas legislaturas necesitaran para poder estar en posición de cambiar algo según sus criterios, o los míos, cuantos años tendré que traicionarme para que, luego ellos puedan hacer lo propio con mi confianza. Mi corazón me pide que escuche esas razones, que me olvide eso del voto in-útil pero lo que no puedo calcular es las veces que me arrepentiré de cualquier decisión que tome.

LaRataGris.


Imaginando palabras

24 octubre 2012

imaginando palabras


Una historia absurda

17 septiembre 2012

Empezó juntando palabras inconexas de un mundo que nadie podía ver. No era un verdadero principio pero infinitos ojos se posaron sobre los labios del escritor para leer todo lo que no podían reconocer en la realidad. Por eso se determino que el erase una vez… se pronunciase en aquel momento tan suave y erase una vez miro un poco mas allá, describiendo extraños atardeceres formados de poesía. Hablo por las lenguas alienigenas que lloraban nuestros mismos miedos, las que reían idénticas mentiras con las que maquillar sus propios dolores. El verde era amarillo en esos relatos y el rojo olía a caramelo de menta pero sabia a melón. Todo resultaba tan extraño que erase una y mil veces en lo que parecían cuentos que fabricaban una nueva vida que todos decían comprender sin saber si aquella afirmación era cierta.

Cuando decidieron preguntarle al constructor de mundos, que era como habían bautizado al escritor, el se autoproclamo el destructor de lo conocido. Y todos sus seguidores se preguntaron si habían entendido algo tras aquella entrevista. – no me entienda mal- hablo en confianza con el guapo presentador- yo no recreo otras realidades. Lo que pretendo es demostrar que la nuestra es imperfecta….quiero- pensó lo que tenia mas que estudiado- necesito destruir todo esto para que nuestro mundo pueda ser transformado en algo mejor.- Aquello descoloco a todos los que buscaban una salida fácil, no era el escapismo deseado y ya no podían fingir la implicación que se les exigía.

-Lo que esperáis de mi,- añadió- todo lo que necesitáis entender de lo que os escribo no son mas que vuestras ilusiones. Como las normas del lenguaje escrito, repleto de absurdos para los vagos que no sepan pensar o razonar. Una irracionalidad arcaica y perniciosa que consume nuestra inteligencia en recordar cosas fácilmente deducibles. Erase una vez- grito cuando el principio ya había sido hace tiempo- No hay normas esto es caos por destruir.- pero ¿quien podía aplaudir aquella locura?, había perdido la cabeza y preferían pensar que hablaba del mundo del mañana. Borraron la entrevista y todo fue como tenia que ser.

LaRataGris


Desatado

17 julio 2012

Lo único que saben mis manos atadas es que construían futuros. Luego hicieron que se equivocaran: promulgaron leyes contra la inteligencia y les gritaron que sus actividades estaban prohibidas. El castigo era estar atadas. Sin ellas el corazón dejo de pensar, la cabeza ya no latía y la vida era presente, ahora, asustadas de mañana por si no llega o llega, si tienen hambre, lloran y ríen. Se quedaron en nada por que demasiados cabezas cuadradas defendieron las normas de uno o dos puños intransigentes.

Los pies, también aterrados, se pusieron a correr. Huían sin jamás haber hecho daño alguno. Se alejaban en cualquier dirección, tropezaban, caían y se levantaban sin que ningún cuerpo les siguiese. Estaban solos caminando y, de repente, se formaron las sendas de otros días, distintas elecciones que podían libertar a sus amigas si escogían bien sus pasos. Así fue como las piernas pidieron motor a las entrañas, la nariz olio cambios inminentes y los ojos lloraron alegría por que no había parte hecha prisionera o huyendo que no estuviese empujando en una misma dirección, la libertad.

 

LaRataGris


El héroe invicto

3 julio 2012

Andres se había esculpido la resignación del que triunfara. Ahogaba sus días en una vida aburrida, a la espera de la próxima aventura que le rodearía hasta hacerlo crecer. Tenía una habitación vaciá para todos los recortes de periódicos que hablarían de sus hazañas. Un cómodo sillón sería su descanso de tanta lucha y ajetreo, cada día comprobaba que no se deteriorase, se sentaba a envejecer solo y cansado. Los tiempos mejores estaban por llegar.

Rara vez sonaba el teléfono. Le gustaba escuchar su timbre antiguo, estridente, monocorde. Imaginaba su oportunidad, soñaba que no la desaprovechaba mientras dejaba que el molesto ruido se fuese apagando en la sala a oscuras. Nunca salía por miedo a que ese fuese el momento en el que la vida le iba a sonreír y, si alguna vez se veía obligado a dejar la casa, siempre regresaba mirando el número de mensajes del contestador; con uno solo sonreía y se sentía tan feliz antes de borrarlo sin escucharlo. Su móvil recogía polvo sobre la mesa, rompía las cartas nada mas recogerlas, borraba los e-mails pensando que el que destruía era el definitivo, sin perder la ilusión de saber que ese era su momento pero el no había fracasado al intentarlo.

LaRataGris


Aprender a correr

14 junio 2012

Habían prohibido que nuestras piernas fueran mas rápidas que nuestro cerebro. Nos dieron razones extremadamente lógicas para no saltar. Educaban el instinto para que valorásemos sus estructuras por encima de nuestras vidas y el que no obedecía era un terrorífico terrorista que no se lava y tiene la cabeza llena de pajaritos.

Se nos permitía la pobreza, el hambre, las carencias, el vagabundeo y la mendicidad pero no robarle a los ladrones ricos para dárselo a los humildes. Nos convencieron de morir lentamente, sin hacer nada que fuera peligroso. Nosotros mismos eramos nuestros mejores guardianes, condenábamos a cualquier oveja descarriada, la lapidábamos hasta que confesaba su crimen. Nada importaba si le empujaba la supervivencia o la avaricia. No éramos capaces de analizar que los mismos finales tienen distintas causas, habíamos aprendido bien la lección. Acaso no estábamos todos perdiendo la vida de una forma ordenada y pacifica. ¿Quienes se creían ellos para querer sobrevivir? Habían aprendido a correr mas que las normas pero no a saber explicar sus motivos y, nosotros, éramos demasiado estúpidos para comprenderlos, aunque nuestras entrañas rugieran la solución…

LaRataGris

 


Palabras prohibidas

28 mayo 2012

Había tantos libros en aquel almacén, historias desgastadas de haber sido tan leídas. Aún así no dejaba de entrar gente. Inconformistas, parecían necesitar releer todo aquello para no traicionar sus ideales. No eran como mis perros; actuando por instinto, atentos a mis palabras, un simple gesto para saber que hacer… Caímos sobre los sospechosos sin hacer preguntas, reduciendo a aquellos intelectualoides de tres al cuarto con el salvajismo que se merecían. Eramos pura rabia desfogándose, preparándose para lo peor que estaba por venir.

Ismael seria el encargado de descifrar y archivar todos los libros. Poco a poco se fue descolgando de las misiones y adquirió la soltura suficiente para leer dos o tres ejemplares al día- para cuando acabe habrá pasado media vida- su lamento se volvió ansia y, con el tiempo, empezó a pasarse veinticuatro horas enfrascado en el galimatias de aquellas bombas literarias. Las palabras le consumían en largos silencios de los que no podía salir: no comía, no bebía, ni practicaba ninguna actividad sana, solo desgastarse a la luz de todas aquellas peligrosas frases.

– Pol- y su cuerpo se tenso a la espera- tendrás que ayudar a Ismael. Tu eres el que mejor lee después de el. Evita que desaparezca entre tanto papel.

Aquello fue una bendición para Ismael que empezó a descargar parte de la mierda que estaba leyendo en su nuevo compañero. Se les escuchaba reír a carcajada limpia, ridiculizando todo aquello que tenían que hacer suyo. Aprendían las técnicas del enemigo para poder derrotarlo y, un día, tuvieron una idea- Si destinásemos mas efectivos a aprender podríamos empezar a pensar como ellos y les atraparíamos en mil emboscadas-. Cada soldado lector parecían ir necesitando un segundo y el segundo acababa opinando como el tercero y se les daba un cuarto, un quinto hasta quedarme solo ante un equipo de asalto formado por mi mismo, sintiendo que sus ojos me juzgaban, que imaginaban palabras prohibidas y se transformaban en intelectuales preparando una guerra contra su único enemigo, yo.

LaRataGris


El hombre eléctrico

24 abril 2012

Lunes. Solo es una referencia de casualidad para el hombre eléctrico. Cualquier otro día hubiese hecho saltar la misma alarma. Se habría puesto en pie y con un delicado beso biomecánico le hubiera susurrado a su compañera- despierta, cariño. Es un referencia de casualidad precioso.

Esther se hace la remolona, deja correr el tiempo exacto para las caricias programadas en su amante y, justo después, se despereza mientras el prepara un nutritivo desayuno a base de naranjas, café y tostadas de mantequilla y mermelada de fresa.

Martes. Se repite.

Miércoles. El hombre eléctrico la despide desde la ventana. Sonríe y lanza un amor soplando sobre la palma de su mano.- Contaré cada segundo- y Esther desaparece mientras el se desconecta en el armario de la entrada, quiere estar perfecto para cuando ella regrese. Su mente de placas cerebrales flota inexpresiva entre tiempos cronometrados para saber cuando tiene que volver a la vida. Un calendario de experiencias le insinuá con que actitud reaccionar a su llegada: Hoy vendrá hundida por alguna payasada de su jefe. Recopila algunas baladas y su mente ordena al fuego que se encienda en la chimenea.

Jueves. Cada paso medido.

Viernes. Se despierta antes de tiempo. La casa parece un mausoleo, solo su vida sobrevive aunque no sea real. Busca el fallo del sistema que le ha hecho levantarse tan pronto pero, cuando lo encuentra, decide no repararse. Su carcasa se ha llenado de aire. Sin ordenes archivadas se limita a estar allí, mirando las paredes con la única intención de esperar a Esther. Cuando llega realiza todos los movimientos adecuados sin decir una sola palabra de su problema de conexión. Todo sigue igual.

Sábado. Ella se va y el sale del armario en cuanto escucha cerrarse la puerta.

Domingo. -Y si todos somos hombres eléctricos, incluso las mujeres- Busca conspiraciones en las horas muertas- solo la mitad son reales o puede que la humanidad se halla extinguido y nosotros repetimos sus acciones sin saber que le debemos obediencia a un fantasma.- En ese instante decide vigilar a su ama con frialdad calculada. Ella también se repite en cada referencia de casualidad, como el. Nunca intenta reprogramar algo fuera de lo común. Se Podría decir que sus dudas y pensamientos son algo mas humano que la misma existencia de Esther.

Lunes. Solo es una referencia de casualidad para la mujer eléctrica.

Martes. Se repite. Nada le hace sospechar del dulce autómata. Tan caballero como siempre, un calco de la promesa publicitaria- Venza su soledad por unas cuotas insignificantes- Se había llegado a sentir tan fea antes de conocerlo. Su mejor compra y, si algo había cambiado, era para mejor. Lo sentía mas lleno de vida, atento a todo lo que ella hacia, entonces ¿por qué no podía disfrutarlo?

Miércoles. La mujer eléctrica despide la sombra de la ventana.

Jueves. Cada paso medido. La referencia de casualidad no es distinta a la anterior. Como un ballet que ha sido ensayado por media vida; los arrumacos justos, las caricias pertinentes mientras vigilan sus espaldas.

El trabajo es un lugar aburrido, el sitio perfecto para que vuele la imaginación. Se sienta tras la mesa imitación a madera, huele el tacto de la misma y una sensación de normalidad la ahoga. Su vida se puede comprar en los mismos almacenes. – Molly- grita por el interfono- necesito la factura del hombre eléctrico. Quiero saber todo lo que compre ese día.

Viernes. Se despiertan antes de tiempo.

Sábado. El se queda y ella se esconde tras el ruido de la puerta del aerocoche. Espera un día entero, como si se hubiese ido a trabajar. Vigila las sombras de las ventanas, observa como el hombre eléctrico no parece hacer nada en concreto mientras olvida cargarse.

A su regreso la espera en el armario, con los ojos cerrados y los músculos distendidos. Se activa con su presencia y ambos se sonríen.

Domingo. Y si todos somos mujeres eléctricas?

Abril. El hombre de la compañía dibuja gráficas en la pantalla, determina el correcto funcionamiento de los humanoides y decide que vidas renovar. Al azar, escoge varias referencias de casualidad, revisa las familias, la programación y elige que nuevas realidades poner a la venta para quien se sienta demasiado vacío. Se encarga de preservar los valores de la sociedad, mantener el sistema gracias a la perfecta sincronizacion de las parodias. A su espalda un refrito de viejas series televisivas ayudan a mantener la moral alta. Selecciona en el catalogo varias ficciones policiales, las retransmitirán en hora de máxima audiencia para que algunos quieran borrar sus recuerdos, que se recreen en otra realidad mas adecuada. Los hombres y mujeres eléctricos necesitan pagar nuevos estímulos, no encasillarse en el mismo papel por toda una vida.

LaRataGris


Imaginando nada

19 abril 2012

Imaginando nada


Del pensar hermético

17 abril 2012

Tuvo que viajar por millones de planetas-palabra antes de darse cuenta que, en realidad, era habitante del recorrido. Vivía en la senda de algún lugar que no llega, entre pequeños descansos y el eterno no parar.

Hermanado con la fugacidad infinita y el volver olvidado, giraba en linea recta hacia la izquierda de la realidad, dónde todos bailaban revoluciones. Llegaba cargado con las rocas-ideas de cada tierra abandonada por su vagabundear, se mezclaban en su mochila-cabeza y conformaban un pensamiento algo hermético para los estáticos. Imposible de transmitir, contradictorio, triste y divertido por lo imposible y soñador.

La noche de los insomnes reducía bagaje, reordenaba y enganchaba con alfileres sobre corcho las especies seleccionadas, brindaba con vasos llenos de metáforas propias y ajenas, bebía de otras nuevas tierras en el horizonte. Parecía volverse más humano y sedentario. Más tarde se mareaba y volvía a volar para no perder la costumbre de construir carreteras y posadas.

LaRataGris