Derrotada

26 julio 2022

¿Cuanto llevo aquí? – buscó en su recuerdo más lejano: llegando en un coche compartido, lleno de nada para que la despedida fuese más ligera.

Atrás quedaba la niñez, el pueblo- ¡Hola gran ciudad! – se repite como el primer día que llegó, solo que esta vez suena algo más triste y desesperada.

Se había pedido como lo cateta de una película a la que, hasta ese instante, le habían prohibido la modernidad. No era verdad, de pequeña había sido todo lo futura que quiso pero los bloques, cercanos al cielo, le quitaron el aliento con sus luces recortadas contra la noche.

Buscó el mensaje que le envió a su madre: Ya estoy aquí. Hacía cinco años y la ciudad ya la había vomitado varias veces.

Por un segundo dudo si llorar por la derrota o fingir que seguía luchando.

-Hola mama – puede que una llamada fuese suficiente, puede que la gente esté cansada de ser mangoneada pero no sepa como explotar. – Estoy cansada.

LaRataGris


Aprender derrotas

9 noviembre 2021

Aprendimos sobre la marcha, a fuerza de golpes y silencios.

-¿Érice?- Algunos caían para siempre. Desaparecían como si nunca hubiesen pertenecido a la compañía.

La empresa contaba los muertos y, los que quedaban, eran clasificados en uno de los dos grandes grupos existentes; pertenecías a los que resistían o eras de la triste gran mayoría.

Incapaz de reaccionar, la gran mayoría, se plegaba al sistema, nos traicionaba. A menudo incluso los resistentes teníamos que aparentar ser babosas para obtener un momento de paz, eso obligaba a desconfiar los unos de los otros.

Nunca podías saber con quien te levantarías. Te acostabas con un compañero, sí, pero por la mañana podías estar muerto; sino ya te mataría.

Siempre la siguiente embestida era peor, más arrolladora, más cruel. Más intensa y tú, con menos fuerza, te atas frente a las sirenas, te afianzas y esperas que la cuerda aguante lo suficiente como para seguir aprendiendo.

LaRataGris


Ayer

19 agosto 2017

A veces continuas con tu vida, como viento que sopla en cualquier dirección por que no tiene a donde ir. Ayer el miedo dolía en el mismo corazón por el que he dibujado los pasos de otros días felices, acompañado muchas veces por mis sueños más delicados. Ayer la tristeza y el silencio, en forma de un ruido molesto, insoportable, no me dejaba ver en las sonrisas de ojos cansados. Ayer el mundo se paró por un instante y vinieron con sangre para borrar todas las huellas. Por eso me ato al suelo, para rehacer mi camino sobre arenas movedizas, sin que el pánico me lleve.

El espejo roto es una mentira piadosa, que me devuelve multiplicado en un solo recuerdo, una sola vida pequeña y asustada, pero jamás vencida.

Ayer es hoy y hoy… continuamos.

LaRataGris

 

Portada Vota Charlie: Piezas

Y “Vota Charlie” en:

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Amanece

22 julio 2013

 

Amanece el día de siempre. El de correr, estresarse y agachar la cabeza.

 

Amanece, el día de siempre. Correr, ansiedad y humillarse.

 

Amanece el mismo día. Prisas, angustia y el amo.

 

Amanece. Deprisa, para y lo que usted diga.

 

Amanece sin novedad.

 

Amanece.

 

Amanece y un día de regalo en el que acumularte y recuperar todo lo que te han robado durante la semana. Pero estas tan cansado, tan jodido y con tanto por hacer en casa que saludas de pasada a los que quieres, envías un mensaje a los amigos y te derrotas hasta que, un día después, amanece…seis amaneceres a la semana y un único amanece….

 

LaRataGris

 


Solo ante nada

13 octubre 2011

Solo ante nada


Filósofos del ruido

8 agosto 2011

Nos sentaremos a esperar iluminación, que la vida se revele y todo tenga sentido. Nos quedaremos quietos, gritando que es un suplicio, que quema la piel y nos ahoga el aire. Seremos mártires de la causa, visionarios, profetas que saben del futuro más que del presente.

Atentos a nuestro cuadrado de poder, marcador de directrices, movimientos, filosofadores del ruido y el atropello. Nos dormiremos en los brazos blandos de la tranquilidad, soñaremos revoluciones y pintaremos soluciones mientras criticamos a quienes construyen vida en las calles. Jugaremos a rebeldía de andar por casa, enemigos del sistema en llantos y amigos por inactividad y miedo.

Ya no es miedo, es la derrota que precede a la batalla.

LaRataGris


El mapa de nuestras heridas

11 marzo 2011

El mapa de nuestras heridas

El amante de la luna

Amanece y la luna le da un beso de buenos días, lo desacuna suavemente y con palabras hechas de luz le susurra- despierta mi dulce niño, ya es de día-. Él se quita el disfraz de soñador, se maquilla de rutinas y vestido como hombre de provecho desaparece en la calle.

Cruza las estaciones de tren, se mueve deprisa para llegar el primero, poder comprar, vender, fabricar,…producir el máximo de piezas útiles y ser un eslabón indispensable para su cadena de montaje. Acaba exhausto de rebotar sobre las paredes.

Desganado se arrastra sin fuerzas hasta la noche.- Amor- le da la bienvenida su alegre luna menguante y lo baña en un sueño que le lleva por tierras tranquilas.

Sin mantenerse entero se desmonta y guarda cada pieza en una cajita donde, acurrucado, deja que su luna lo acaricie. -Buenas noches- le sonríe agotado- no sabes lo mucho que te he necesitado hoy.

 

 

 

 

Las partes del mapa

Se habían acostumbrado a ser las dos partes de un mismo mapa. Dos vidas que se necesitan la una a la otra para poder ser leídas. Un abrazo casual y los pliegues de la piel empezaban a montarse sobre sus cuerpos, dibujando el recorrido de sus días, marcando con una equis algún lugar donde se había perdido un tesoro.

Cada noche se rompían los dedos recorriendo los lugares comunes del dolor, como hombrecitos caminando sobre sus cortezas. Seguían el trazo de la línea discontinua tatuada en el pellejo. Los brazos se fundían en un abrazo para poder soñar un camino secreto y, sobre los dos unidos, se cruzaban los segundos en una maraña de sin razón.

Con caricias desenredaban las carreteras del pasado, pintaban nuevas sendas y reordenaban el mapa de sus heridas para que nada doliese tanto. Era un plano de vencidos buscando consuelo.

Los besos ladrones les desgastaban, borraban las marcas del dolor y a cambio dejaban un llanto de silencios. Habían aprendido a regalarlos sin amor, erosionar su exterior para que las primeras luces del alba encontrasen el interior de los amantes hecho un nudo de noche.

 

 

 

 

La luna

 

A ella le quedan los días soleados, el silencio y la tranquilidad de la casa vacía. Se levanta primero, deshaciendo el lazo de los cuerpos y, entre caricias, lo despierta con suavidad y le da un beso antes de que se marche.

Se siente tan fresca y radiante que necesita estar sola, no pensar en nada ni nadie.

Tan feliz de su nueva vida, los primeros pasos sobre la tierra para acabar haciendo lo mismo de siempre, no parece importarle porque la memoria ha olvidado los años.

Se pinta de juventud, de perder el tiempo y quedarle una eternidad por delante. Pero las fuerzas que aún deberían ser eternas se disipan sin más y la enfermedad le clava un cuchillo en los huesos que parecen quebrarse dentro del cuerpo. Se deja caer incapaz de llegar a ningún sitio. Cierra los ojos, se siente demasiado frágil a pesar de este invernadero que se ha hecho construir. Cuenta los tic tac del reloj, los ordena en grupos de diez y, cuando tiene los equivalentes a once horas adivina a su amado llegando de trabajar.

Se arranca un pedacito de corazón, apretando los dientes para soportar el dolor . Esta noche lo volverá a acunar, le borrará la pena igual que él la mece y la reinventa.- No sabes lo mucho que te he necesitado hoy- y ella le responde sin pronunciar palabras- Yo también necesitaba sentirte.

LaRataGris.