muertos de vida
31 octubre 2013La vida no anunciada
14 octubre 2013Tenía treinta y tres años en la espalda y un mundo pequeño, no más allá de donde alcanzaba su vista. Se lo comía en dos bocados, sin explicaciones, el era el amo y todos los animales lo sabían, callaban, obedecían. Conforme fue creciendo todos empezaron a parecer peces muertos siguiendo la corriente, el mismo no tenía fuerza para mucho más que para tumbarse a temer lo inevitable.
No podía comer, no quedaban alimentos y la realidad le pedía explicaciones que no estaba dispuesto a dar- ¿ por qué lo has malgastado todo? – y fingía sordera, un dolor en la garganta, cualquier indisposición que solo le permitiera escribir una nota que leer por televisión. – saldremos adelante, tened fe, ya se intuye menos hambre- pero la vida seguía sin ser un anuncio, todo parecía morir en la realidad negada. Se había prohibido sobrevivirla para que el pudiese seguir ostentando el poder sin más.
LaRataGris
El juego de las sillas
30 julio 2012Cada noche la ciudad enemiga enviaba varios hombres, de lo más común posible, disfrazados de vándalos. Destrozaban nuestras sillas atadas a vallas y arboles para que la ciudad, mas inhumana que nunca, pudiese decir que tenia razón. Después se iban a su escondite para nada secreto, lleno de secretas.
Cada noche volvíamos a sacar nuestras sillas a la calle para tomar el fresco y vernos las caras mientras dentro, las televisiones, prohibían revoluciones. Veíamos pasar a los salvajes y, sin miedo, hablábamos y hablábamos hasta que era el sueño el que nos derrotaba. Rendidos dejábamos el mobiliario por el que nos habían quitado, para que lo pudiesen destrozar a su antojo.
Cada noche, casi desde que llego el nuevo alcalde, nos sentábamos a construir estrellas. Fue al poco de entrar en el gobierno; retiro los bancos de los parques para que no nos juntásemos la mala gente, nos tuvimos que sentar en el suelo y en los escalones por que los veranos son imposibles en nuestras casas-horno. Luego, como somos de la peor calaña que existe, nos cansamos del duro cemento y salimos a los portales en un clamor de cotidianidad por recuperar nuestras calles pero,…
Cada noche la ciudad enemiga….
LaRataGris
Filósofos del ruido
8 agosto 2011Nos sentaremos a esperar iluminación, que la vida se revele y todo tenga sentido. Nos quedaremos quietos, gritando que es un suplicio, que quema la piel y nos ahoga el aire. Seremos mártires de la causa, visionarios, profetas que saben del futuro más que del presente.
Atentos a nuestro cuadrado de poder, marcador de directrices, movimientos, filosofadores del ruido y el atropello. Nos dormiremos en los brazos blandos de la tranquilidad, soñaremos revoluciones y pintaremos soluciones mientras criticamos a quienes construyen vida en las calles. Jugaremos a rebeldía de andar por casa, enemigos del sistema en llantos y amigos por inactividad y miedo.
Ya no es miedo, es la derrota que precede a la batalla.
LaRataGris
Escenas de la muerte
23 marzo 2011Cada vez que hay una guerra importante, de esas que suben la audiencia y calman la conciencia del que las condena, a la muerte le gusta sentarse a verla por televisión. Ella preferiría hacerlo con todas, contar los muertos desde la distancia sin tener que exponerse en un lugar tan peligroso, pero no siempre se pueden hacer un hueco en las parrillas de programación. Depende del partido del siglo, los capítulos para acabar la serie o la competencia de las demás cadenas…
Sea donde sea, este más lejos o cerca, siempre toma las mismas medidas de seguridad: un traje hermético, desinfectante y mascarilla de oxigeno. La muerte es muy hipocondríaca y siempre piensa que se le puede contagiar algo de la barbarie, aún con kilómetros de por medio, por lo que pudiera pasar, prefiere llevar el recuento tras el sofá.
Jamás escoge a los que fallecen, eso es cosa del destino, el azar o quizá es la vida quien los desecha…no es algo que le incumba, esta más preocupada por las matemáticas, el equilibrio…hay demasiados humanos y es una forma sencilla de mantener la plaga controlada. Hace una estimación de los que tienen que morir y mientras se supere ese número ella descansa en paz.
Hay días en los que recibe peticiones firmadas para acabar con aquellas locuras. Están todos los inocentes que perecieron, los «cobardes» que sin querer ir a luchar les callo una enorme bala desde el cielo, los daños colaterales,…todos los caídos en batalla, sin importar bando o neutralidad le piden por favor que no siga por ese camino. Y siempre se excusa con que es una mandada, que ya le gustaría, que que pena pero…sigue sumándolos al registro.
En sus largas listas no suele haber políticos ni instigadores. Muchas veces queda con ellos para ver los resultados finales, delante de un enorme bol de palomitas se reparten los fiambres y deciden quien ha ganado, quien se queda los países y las riquezas. Lleva tantos años haciéndolo así que ya no siente justicia o injusticia. Para ella son datos de un trabajo bien hecho, estadística e indiferencia.
LaRataGris